Thursday, September 30, 2010

Poniendo orden




Luego de un par de días de arribado nuevamente al paisito, aprovecho unos minutos libres para contarles más sobre el viaje por el Mercosur.
Ahora, más tranquilo, puedo entrar más en detalle en algunos aspectos que más me llamaron la atención.
En el mapa se ve el recorrido que hicimos en el auto. Ida y vuelta.
Desde Montevideo, manejamos 500 km hasta Rivera, en el límite con Brasil.
En ese tramo no hubo muchas variantes en el paisaje. Lo más notorio fueron los cerros chatos, formaciones con la cima completamente plana, durante varios km. Muy curioso.

Luego, la geografía cambió completamente. Al entrar en Brasil, pasamos a una zona de morros muy juntos, muchísima vegetación -menos pradera que en Uruguay-, y carreteras muy sinuosas.

Todo ese tramo lo manejó Caro, así que me dediqué a tomar fotos, descansar, y hacer chistes con Pablo, que iba en el otro auto, a través de los handies.

Al salir de Brasil nos encontramos con una aduana e inmigraciones inexistente. Suena paradójico, pero es que el edificio estaba, pero sin nadie que nos pidiera nada.
Aparentemente Brasil tiene poco o ningún requerimiento para con los viajeros, y simplemente pasamos de largo rumbo al puente que lo une con Argentina en ese punto: Uruguaiana - Paso de los libres.

La aduana tapiada.

Al ingresar a Argentina la cosa fue completamente distinta. Muy estrictos, nos pidieron nuestra documentación, la del auto, llenar varios formularios, etc.

En ese punto llenamos el tanque del auto, porque en Argentina es mucho más barato que en Brasil y en Uruguay, y de todas formas teníamos muchísimos quilómetros por delante.
Un café rápido, y a la ruta nuevamente a hacer los 350 km restantes hasta Posadas, en el límite con Paraguay.

Ahí empezó lo que se podría llamar "lo peor" de la ruta: muchos camiones viajando muy rápido, carreteras de rectas muy largas y planas, y muchos autos queriendo pasar al camión de adelante, antes de hacerlo uno. Ahí se empezó a percibir el manejo semisuicida de los argentinos, por supuesto, muy similar al de los uruguayos, con la diferencia que ellos respetan los carriles delimitados por las líneas punteadas.

Una pausa en el camino.

Continuará...

Thursday, September 23, 2010

Viaje mercosuriano III

El calor aflojó hace casi 4 días cuando empezó una tormenta que nos sigue acompañando. Parece que vino para acá al norte.
Hoy fuimos a las cataratas pero por la entrada brasilera, en la orilla sobre Brasil, y son espectaculares. Disfrutamos mucho.

Decidimos quedarnos un día más acá, y uno menos en Posadas, manteniendo la fecha de vuelta, porque no nos da el tiempo para recorrer todo. Como acá no hay lugar (en el hostel) tenemos que salir ahora o mañana a buscar otro. Por suerte hay mucho y en el auto todo es más fácil.
Hoy estuvimos en Ciudad del Este. Un despelote. Parece Beirut en los años 80. Todo en mal estado (o casi todo), gente armada en la puerta de las tiendas, un relajo absoluto en el tránsito, sin ningún tipo de regla, con niños corriendo al lado del auto golpeándote la ventanilla para que vayas a comprar a la tienda que te recomiendan... etc.
Divina experiencia. Lástima no habernos podido quedar más. Uruguay es primer mundo al lado de ese lugar... y al lado de varios otros de por acá. Como no resultó ser tan tan barato, dejamos para comprar alguna otra cosita en Encarnación, a la vuelta. Si se puede, si no, no nos importa. El viaje, las ruinas, las cataratas, pagan la venida con sobras.
Como nos cansamos del problema con la memoria de la cámara (extraviamos el cable para descargar las fotos), elegimos comprarnos a la apurada un lector de memorias (ridículamente barato, por supuesto), y resolver el asunto.
Recomendación: venir con mucha paciencia para manejar. Nadie respeta nada, salvo los brasileros (no todos) y algunos argentinos. Las reglas son al revés, y las velocidades el doble. No apto para estresados al volante (como yo era antes, je.)

Tuesday, September 21, 2010

Viaje mercosuriano Parte II

Sin poder subir fotos, vaya a saber uno por qué, acá están las últimas novedades del viaje:

Van ya un par de días desde que llegamos a Posadas.
Sin contratiempos, nos encontramos con una ciudad bastante limpia y tranquila.
No hay gente pidiendo en las calles, no está llena de graffitis o tags, no hay basura, en general, aunque se nota que la infraestructura está bastante deteriorada.
La gente es muy muy amable. En el hotel, que está bastante bien, estamos siendo muy bien atendidos.
El nivel, en general, es medio chato. Se nota que no es una provincia con recursos. Hay zonas bastante delimitadas entre casas lindas y grandes, cerca de la costa sobre el Paraná, y el resto. Pero no hemos visto pobreza.

Hoy de tarde cruzamos el límite internacional, un puente de 3Km sobre el Paraná, y pasamos un rato en Encarnación, Paraguay, comprando algo de ropa y unos pocos electrónicos. Los precios son ridículamente baratos para nosotros, aunque solo se puede volver con valores por 150 dólares. Una lástima que Argentina sea tan estricta con eso, porque los brasileros pueden volver con 350, y eso da para bastante más. Sobretodo teniendo en cuenta que ninguno de esos electrónicos baratos se produce en Argentina.

Allá también resultó todo el mundo muy amable. Y no tan pesados como nos habían dicho previamente. Por supuesto que todo el mundo intenta venderte algo, que entres a su tienda, etc., pero al primer "no", nos dejaban en paz.
Se trataba de un barrio solo de comercios, tiendas grandes en general abarrotadas de radios de auto, computadoras, celulares originales y de los otros, etc. Todo muy sucio, barro rojo por todos lados porque la tierra en esta zona es precisamente, roja. Muy roja.

Como el tiempo es escazo, no voy a contar más ahora. Estamos en un ciber que encontramos yendo hacia el centro a cenar, y lo más probable es que compremos algo para comer por acá nomás, y volvamos al hotel. Dicho sea de paso, no hay casi lugares de comida que no sean de pizza o "lomo" (una especie de chivito más bien alargado). Parrilladas, vimos una sola, por ejemplo.

Sé que este relato puede resultar un poco vago, pero hay mucho por hacer y muy poco tiempo, así que en otro momento seguimos.

No hemos comido cosas raras, salvo algo llamado Chipas, que es básicamente un pan con gusto a queso y anís, bastante rico. Estamos bien, contentos, disfrutando y cumpliendo con lo planificado.

El auto se porta como si fuera un 0 Km. Y el GPS, la verdad, para viajar, es un hit.

Sin más novedad, hasta la próxima!

Friday, September 17, 2010

Vacaciones mercosurianas

Desde mañana, y durante diez días, voy a estar recorriendo los cuatro países del Mercosur con Caro, en el auto.
La primera parada va a ser Rivera, en el límite con Brasil, donde pasamos una noche para recomponernos del viaje. Al día siguiente salimos bordeando Uruguay, pero desde el lado brasilero, hacia Posadas, en Argentina. Ahí haremos base para otros paseos dentro de Argentina y Paraguay, como las Ruinas Jesuíticas y la casa de Horacio Quiroga en Misiones, o Encarnación y Ciudad del Este en Paraguay.
Otros destinos serán Cataratas, Represa de Itaipú, Alem...
Son unos 1100 Km hasta Posadas desde Montevideo. Otros tantos para volver, y quizás, otra cantidad igual recorriendo internamente; le espera un lindo ajetreo al Peugeot.


Con todo pronto, y ganas de terminar rápido la jornada de trabajo de hoy, pienso tomarme un ratito para planificar fotos que luego iré subiendo al blog, a medida que vaya contando el viaje.
¿Hay alguien que viva por ahí que me pueda dar recomendaciones de compras en Encarnación?

¡Adiooooos trabajo!
¡Holaaaa vacaciones!